El Reglamento de la LOPD tiene un campo de aplicación bastante extenso. Por ello, en este post vamos a hablar sobre la aplicación de la protección de datos mediante el nuevo reglamento y acerca de cómo esto afecta a la Ley de Transparencia.
Ante esto, la Agencia Española de Protección de Datos ya se manifestó, en su momento, haciendo referencia a los puntos de encuentro que podían darse entre las dos leyes. Todos nosotros debemos tener en cuenta que tanto la Ley de Transparencia como la LOPD son necesarias para el correcto desarrollo de la sociedad en la que vivimos.
Por ello, resulta primordial encontrar el equilibrio entre la aplicación de estas dos normativas y disfrutar de los derechos y beneficios que ambas nos ofrecen.
¿Qué es la Ley de Transparencia?
La Ley de Transparencia, en nuestro país, no tiene otro objetivo más allá que el de protegerte. Así es: proteger a todos los ciudadanos españoles y protegerte a ti, ya que trata de reforzar el derecho que tenemos todos a acceder a la información que queramos sobre las actividades públicas.
De esta forma, esta ley es el medio definitivo que nos llevará a todos a disfrutar de una sociedad más transparente y abierta en relación con cómo se gasta el dinero público, en qué se invierte y cómo.
¿Qué es la LOPD?
La LOPD es la Ley Orgánica de Protección de Datos que se aprobó por primera vez en nuestro país en 1999. El objetivo de esta ley es proteger a todos los ciudadanos, en cuanto al tratamiento que terceras personas puedan hacer de sus datos personales. Siempre tratando de preservar el derecho al honor, a la intimidad y a la privacidad personal y familiar.
Así pues, tras conocer las definiciones de ambas leyes, podrás ver claramente que puede que ambas tengan puntos de conflicto entre sí.
Ley de Transparencia y protección de datos
El motivo de confrontación de estas dos leyes deriva del hecho de que, si se sigue esta Ley de Transparencia, habrá datos de carácter personal que se publiquen en las páginas web oficiales y autorizadas para ello. Por tanto, ¿dónde queda el límite entonces entre el derecho a la transparencia y el derecho a la protección de datos?
Para ello, la AEPD ha desarrollado una serie de premisas que deberá cumplirse a la hora de aplicar La ley de Transparencia, para no infringir el reglamento LOPD.
Así pues, en primer lugar, los datos que se publiquen en la web de cualquier institución pública estarán sometidos a la LOPD. Además, la publicación de cierto tipo de información se verá recogida en el artículo 11.2.a) de la LOPD, por lo que será totalmente legal. No obstante, esta información publicada tendrá que regirse según los criterios que se exponen en la Ley de Transparencia.
Otra premisa a tener en cuenta es que hay datos que deberán ser disociados de las personas a quienes pertenecen. Como pueden ser quizás aquellos que hacen referencia a la salud o las enfermedades. Para poder publicar este tipo de información de forma legal, hará falta una autorización de la persona en cuestión. Persona que siempre mantendrá su derecho a que esta información sea retirada, modificada o eliminada en cualquier momento.
El derecho de acceso a los datos que todos tendremos no estará libre de control. Realmente, para que puedas acceder a los datos que se recojan con el objetivo de cumplir esta Ley de Transparencia, se tendrán que seguir las directrices de otras leyes, tales como la del Derecho de Información.
Por último, la AEPD ha hecho hincapié en el hecho de que la aplicación de la normativa sobre la protección de los datos consultados se hará de forma posterior a su tratamiento. Datos a los que debemos aclararte que podrás llegar gracias al derecho al acceso que se recoge en la Ley de Transparencia.
No es necesario justificar la consulta
Según la LOPD, para que una persona pueda tener acceso a los datos de será necesario que justifique el motivo por el que desea hacer la consulta. Sin embargo, cuando se trata de la aplicación de la Ley sobre la Transparencia, no será necesario que el interesado presente un motivo para poder consultar.
No obstante, sí tendrá que hacer una solicitud y esta podrá ser aceptada o denegada total o parcialmente.
No hay que tener el consentimiento del dueño de los datos
Como era de imaginar, no será necesario que cuentes con un consentimiento expreso del dueño de los datos, para poder tener acceso a ellos. Esto resultaba obvio para facilitar el acceso a los datos, ya que, en caso contrario, los trámites serían demasiado costosos y se alargarían demasiado en el tiempo, como para que nos resultase un trámite asequible.
Sin embargo, en el caso de que quieras transferir esos datos a terceros, deberás contar con una justificación expresa de la persona a la que pertenecen.
No te arriesgues y acude a una consultoría de LOPD
La verdad es que toda esta adaptación entre la Ley de Transparencia y la Ley de Protección de Datos puede resultarte bastante confusa si no entiendes al dedillo los entresijos de ambas normativas. Puede resultar demasiado complicado hacerlo sin asesoramiento profesional y, en suma, puedes incurrir en un delito si lo haces de forma errónea.
Por ello, en el caso de que debas atenerte a la Ley de Transparencia, lo ideal es que recurras a los servicios de una consultoría de LOPD donde puedan atenderte de forma clara y personalizada. Cada empresa es un mundo, al igual que los datos que manejan y aquellos a los que tendrán que dar acceso público.
En suma, la aplicación del nuevo reglamento de la LOPD que cada vez se acerca más (mayo de 2018) hace aun más urgente la correcta aplicación de esta ley. Ya que, según el marco europeo del nuevo Reglamento, las sanciones por incumplimiento de la LOPD y la protección de datos van a ser todavía más estrictas y elevadas que las que se imponían antes.