Aunque en muchos casos la certificación ISO 27001 se confunde con la adaptación al RGPD, en realidad son dos cosas totalmente diferentes. Es posible que tengas ciertas dudas acerca de la relación que existe entre estos dos términos. Por ello, vamos a hablar de ambos, tratando de eliminar tus dudas, explicándote por qué están en relación.
¿Qué es el RGPD?
En este punto no vamos a extendernos mucho, porque seguro que ya sabes qué es este reglamento. No obstante, siempre conviene recordarlo.
El RGPD es el nuevo reglamento acerca de la protección y tratamiento de los datos de carácter personal que se hará efectivo el próximo 25 de mayo de 2018. Este reglamento tiene vigor en toda la Unión Europea y afecta al tratamiento de los datos de todos los ciudadanos del viejo continente.
Y, en resumidas cuentas, su objetivo es que haya una mayor protección de los datos personales de todos los ciudadanos europeos.
¿Qué es la ISO 27001?
Por otro lado, esta es la norma internacional que trata de asegurar la protección de la información y de los propios datos de carácter personal. En muchas ocasiones, las empresas toman como punto de inicio la consecución de esta certificación para adaptarse al nuevo reglamento. ¿Por qué? Muy sencillo.
Como ya hemos mencionado, esta se trata de una norma internacional. Por tanto, el alto grado de exigencia de la misma requerirá de la ejecución de una auditoría en la empresa. Solo de esta forma se podrá analizar a fondo la compañía para adaptarla a los requisitos de esta norma.
Pues bien, a raíz de esta auditoría, también se podrán analizar el resto de ámbitos que hacen referencia al nuevo reglamento. De esta forma, estarías matando dos pájaros de un tiro.
¿Cuál es la relación entre ambas normativas?
Realmente, no existe una relación directa entre estas dos normativas. Por el contrario, pueden considerarse complementarias, ya que ambas buscan una mayor protección de los datos personales y de la información. Lo único que cambia es que una es de aplicación mundial, mientras que la otra sirve como adaptación a la normativa europea.
No obstante, al ser complementarias, podrás adaptar tu empresa a ambas de forma sencilla, ya que tendrán muchos requisitos comunes. Por tanto, no sería como hacer dos adaptaciones diferentes, sino que el trabajo sería mucho menor.
Entonces, ¿debo adaptarme a la normativa internacional?
La respuesta a esta pregunta depende únicamente de ti. Claro está que si te encuentras en la Unión Europea o trabajas con clientes que pertenezcan a este territorio, tendrás que adaptarte al nuevo reglamento. Por ello, debes valorar si, ya que estás adaptando tu empresa a esta normativa, no te sería beneficioso adaptarla también a la norma internacional.
Obviamente, esto dependerá de ti mismo y de tus deseos. No obstante, debemos dejarte claro que conseguir con la norma y la consiguiente certificación internacional, obtienes multitud de beneficios, sobre todo en nivel de confianza de tus clientes. Por este motivo, vamos a mencionar alguno de ellos. Solo así podrás tomar una decisión plenamente fundamentada.
Mejorará la reputación de tu empresa
Está claro que si cuentas con una certificación internacional, la imagen de tu empresa será mucho mejor de cara a los clientes. Darás una imagen más profesional y, en el caso de que tengas relaciones con clientes internacionales, esta certificación te será obligatoria.
Pero si aún no tienes relaciones comerciales internacionales, podrás adelantar trabajo para cuando te surjan. Así tendrás muchísimos menos problemas y estarás abriéndote a nuevos horizontes.
El mercado confiará más en ti
No es ningún secreto que hoy en día, en cualquier sector, la competencia es muy alta. Por ello, dar una imagen profesional y seria en el mercado es fundamental para destacar por encima del resto. Así pues, contar con este certificado podría abrirte muchas puertas en tu sector.
Tendrás una empresa más transparente
La transparencia, en la actualidad, es fundamental. Cada vez son más los consumidores que se ponen en contra de las empresas opacas de las que no se tiene mucha información. Consiguiendo este certificado, estarás demostrando que tu tratamiento de la información y de los datos de tus clientes está totalmente en consonancia con la ley.
Tras los muchos escándalos de filtrado y venta de datos de grandes empresas, los usuarios y consumidores están cada vez más alerta. Esto les hace más reacios a confiar su información personal a las empresas, pero claro, contar con el certificado de esta norma será una garantía para asegurarte su confianza.
Conseguirás más clientes y beneficios
Al aumentar la transparencia y la confianza de los clientes potenciales y reales, estarás posicionándote mejor ante ellos. Esto derivará directamente en una mayor consecución de nuevos clientes, ventas y, por tanto, beneficios.
De esta manera, podrás entender que esta certificación podría aumentar notablemente los beneficios de tu compañía.
Evitarás las brechas de seguridad
Uno de los principales motivos de sanción que se recogen en el RGPD son las brechas de seguridad. Realmente, a cualquier empresa puede ocurrirle, ya que los crackers cada vez cuentan con más herramientas y conocimientos para adentrarse en los sistemas de empresas y particulares.
Pero claro, esto supone un riesgo para los datos personales y para sus propietarios. Por ello, es de vital importancia evitarlas. Es en este momento cuando entra en juego la certificación internacional. Los protocolos que impone, junto con los del nuevo reglamento, harán tu organización todavía más segura. Por tanto, podrás beneficiarte de una menor probabilidad de tener problemas de seguridad.
En la protección de datos no hay que escatimar
Conseguir el certificado internacional no será una obligación para ti, sobre todo, si no tratas con clientes de fuera de la Unión Europea. Puede que si te paras a pensar, deduzcas que con adaptar tu empresa al RGPD te será suficiente. Sin embargo, en protección de datos, hay que procurar la mayor seguridad posible.
Por este motivo, la adaptación a la ISO 27001 y la posterior certificación de la misma, puede ser el complemento ideal a la adaptación al nuevo reglamento. Al tener en cuenta dos enfoques diferentes en el ámbito de la protección y tratamiento de los datos de carácter personal, conseguirás un sistema mucho más firme y seguro.