Empezó de una manera discreta como alternativa al odiado SMS y tras unos años de crecimiento imparable, WhatsApp a día de hoy es la herramienta de comunicación por excelencia en el mundo, con más de dos billones de usuarios a primeros del 2020. Teniendo en cuenta que en el mundo somos casi 8 billones, de los cuales 3,5 billones de personas usamos smartphone, queda claro que no falta mucho tiempo para que la aplicación acabe instalada en la mayoría de móviles inteligentes.
Pero no olvidemos que detrás de WhatsApp está Facebook, una compañía con claros intereses comerciales, cuyo principal objetivo es llegar al mayor número de usuarios y recopilar la mayor cantidad de datos posibles sobre nosotros, para ganar el máximo dinero posible.
Durante la próxima década, WhatsApp evolucionará en tantos sectores, que la mensajería será solo una pequeña parte de su gran ecosistema.@ClickDatosTwittear
En la próxima década, Facebook introducirá algunas novedades en la aplicación, que cambiará por completo las reglas en varios planos, tanto tecnológicos como del comercio, convirtiéndose en el primer monopolio que lo sea en distintos sectores al mismo tiempo. Paradójicamente, también cambiará la dependencia de la propia aplicación: a día de hoy tenemos un smartphone y ya que lo tenemos, aprovechamos para instalar y utilizar WhatsApp; pero llegará el día que la gente se comprará un smartphone para poder utilizar algunos servicios de esta herramienta, a riesgo de quedar excluidos si no lo hacen. Es entonces cuando WhatsApp se habrá convertido en el monopolio más gigante que el mundo haya visto hasta ahora.
RECUERDA
Es importante cumplir el RGPD también a la hora de tratar datos de clientes y potenciales clientes a través de WhatsApp. Si necesitas ayuda para adecuar tus procesos:
¿Qué planes tiene Facebook para lograrlo?
De igual forma que en su momento aportó una solución que facilitó y abarató los costes de un sistema obsoleto (los SMS), Facebook hará lo mismo en distintos sectores que actualmente nos resultan tediosos, caros o ineficaces. Estas son las fases que intuimos abordarán en los próximos años para lograr su objetivo:
Fase pagos
Esto ya es una realidad, pero apenas es la punta del iceberg de cómo Facebook logrará que los pagos sean totalmente líquidos y fluidos, tanto entre particulares, como entre clientes y empresas a la hora de comprar (de manera inmediata o en cómodos plazos automáticos) cualquier producto, sin salir de la aplicación. Será una mezcla entre Bizum y un sistema de pagos online, donde Facebook cobrará una pequeña comisión a las empresas, con el fin de poder utilizar el que se convertirá en el sistema de cobros más utilizado en el mundo.
Fase eCommerce
Los comercios podrán tener su propia tienda dentro de la aplicación, ahorrándose la tediosa tarea de tener que montar y mantener su propia página web. Esto combinaría el concepto de Shopify con la posibilidad de encontrar negocios y productos cercanos a nuestra ubicación, hacerles compras y valorarlos, como si un Google My Business se tratara. Los negocios estarán obligados a tener vinculada la cuenta de WhatsApp Business con la página de Facebook y el perfil de Instagram, para fomentar la omnicanalidad (y de paso, la dependencia de los negocios a sus sistemas, obviamente).
Fase presencia digital
Como una extraña mezcla y evolución entre Skype y Zoom, WhatsApp permitirá tener videoconferencias tanto en el método tradicional de videollamada online, pero también en salas virtuales donde podremos tener reuniones o entrevistas de trabajo de una manera mucho más envolvente (con la tecnología de Oculus). La tecnología evolucionará hasta el nivel de poder realizar las llamadas a través del ordenador o de nuestro televisor, sin tener que depender del móvil (y sin tener que sujetarlo, ¡que cansa!).
Fase red social
Los estados de WhatsApp son solo una pequeña prueba de cómo los usuarios utilizamos esta aplicación como “muro” de actualización de estados. Pero llegará un momento en que se integre completamente con Facebook e Instagram (sin dejar de ser una herramienta independiente) y podamos tener un sistema de publicaciones tipo muro, comentar en los estados de las demás personas e incluso poder seguir a gente de una manera similar a Twitter, aunque no tengamos su número de teléfono.
Fase comunidad
Como una especie de evolución de los grupos de Telegram, pero vinculado a nuestra identidad real, los de Facebook lanzarán la opción de crear grupos públicos o privados (los actuales “Rooms” de Facebook es una prueba de concepto) a los que poder entrar para compartir o consumir información, eventos o actividades de interés, reivindicaciones o compras conjuntas de productos que empresas pongan a la venta a través de la aplicación.
Fase atención al cliente
Hoy en día, WhatsApp Business permite a las empresas comunicarse directamente con el cliente con el chat, de una manera fluida y natural. Esto evolucionará a un enfoque mucho más profesional y automatizado, el cual permitirá a grandes corporaciones con cientos de teleoperadores pasarse a WhatsApp como sistema principal de atención al cliente 24/7, abaratando costes y aprovechando mejor el flujo de comunicación, ya que un mismo agente puede estar en 4 chats al mismo tiempo, por lo que las empresas serán más productivas dando soporte. También existirá la opción de agentes personalizados a través de videollamada con el cliente, para un trato más cercano y de mayor calidad, o la posibilidad de escalar los chats a otros niveles de soporte o departamentos, de una manera transparente para el cliente final.
Fase marketing masivo
Combinando la base de usuarios de Instagram, Facebook y WhatsApp, podremos lanzar campañas proactivas de publicidad (con pago por mensaje enviado) a los grupos de usuarios que necesitemos, incluso aunque no nos tengan en su agenda, pudiendo segmentar por numerosos factores sociales o demográficos, incluso pudiendo alcanzar desde influencers con más de X seguidores, a barrios concretos de una ciudad, o personas que utilicen más el móvil por la mañana (por poner algunos ejemplos).
Fase juegos móviles
El juego en los móviles es una tendencia que ya mueve billones y todavía tienen mucho margen de evolución. WhatsApp nos permitirá jugar con/contra tus seres queridos aunque estén en la otra parte del mundo, tanto juegos básicos como algunos muy complejos (incluso algunos en entornos virtuales, de nuevo gracias a Oculus). El negocio aquí estaría en las micro transacciones de compras de productos dentro del juego, para obtener mejores armas o características que el resto de jugadores.
Fase ID digital
Como si de un DNI digital se tratara, gracias a un sistema de identificación único y seguro, WhatsApp nos permitirá identificarnos (y pagar el billete) rápidamente en multitud de sistemas del día a día, como puede ser el autobús/metro, una cita médica o la reserva en un restaurante. Al tratarse de una identidad digital vinculada a nuestra identidad real, esto reducirá la suplantación de identidad al tiempo que permitirá a los negocios y servicios identificarnos rápidamente en caso de mal uso de los mismos (o si no acudimos a la reserva, para que nos cobren una pequeña tasa de penalización por ejemplo).
Durante la próxima década presenciaremos a una adaptación a la vida real de lo que vimos en la película “El círculo”, y cuando queramos darnos cuenta, se habrá implantado en muchos aspectos de nuestro día a día. Estamos hablando de irrumpir en sectores tan diversos como los pagos, los juegos, la comunicación de voz y de vídeo, identidad digital, atención al cliente, comercio electrónico y marketing: una simple aplicación de mensajería será el mayor gigante de internet antes del 2030, ¿quién lo iba a imaginar?